FESTIVIDAD

Natividad de la Virgen María

Hoy la Iglesia Católica celebra la fiesta de la natividad de la Virgen María. Aquí una reseña que nos hace llegar Angélica Diez, Misionera de la Inmaculada Padre  Kolbe, de autoría de Sonia Guardia, Consagrada de la Virgen.

El 8 de septiembre celebramos el nacimiento de la Virgen María. Joaquín y Ana son los nombres que nos revela la Tradición que fueron los padres de la Virgen María. Personas de profunda fe y confianza en las promesas de Dios. Ambos educaron a su hija María en la fe del pueblo de Israel, alimentando en Ella el amor hacia el Creador, es a través de ellos como María se suma a esa porción del pueblo escogido que espera la llegada del Salvador de la humanidad.

Esta fiesta es celebrada ya en Jerusalén en el siglo IV y luego se extendió a toda la Iglesia. María, es la mujer elegida desde toda la eternidad por Dios Padre, para ser la Madre de nuestro Señor Jesucristo.

Este nacimiento es el anuncio de mayor júbilo de que se aproxima la hora de la salvación. La Iglesia celebra esta festividad con alabanzas y acciones de gracias.  Aquel nacimiento fue un misterio de bienaventuranzas; siendo Ella libre de pecado, radiante, gloriosa; Madre de Jesús. Se podría decir que María, en su nacimiento, antes de “ver la luz” nos “trae la luz” esperada desde hacía mucho tiempo. “Por Ella hemos recibido el sol de Justicia, Cristo  nuestro Dios”.

“Antes de formarte en el seno de tu madre, ya te conocía. Antes que nacieras te tenia consagrado” (Jer. 1,5). “Desde el seno materno me llamó; desde las entrañas de mi madre pronunció mi nombre” (Is. 49,1). En estos textos reconocemos que Dios  nos mima desde siempre eligiéndonos, llamándonos, amándonos. Toda nuestra vida está marcada por la misión que Él nos da. Toda la vida de María estaba orientada al cumplimiento de su misión de Madre, y su nacimiento era parte del proyecto de Dios para su existencia. Fue pensada y esperada desde siempre para que Jesús fuera verdaderamente uno como nosotros, “nacido de mujer” (Gál. 4,4), por eso podemos decir que el nacimiento de María fue motivo de fiesta en el cielo, porque este mundo no podía ser igual con María o sin ella.

Cada  vez que   rezamos   el   Ave  María  hacemos presente este  nacimiento  y  la  misión  que contiene: “Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús”. ¡Feliz   cumpleaños,  María,  madre   de Jesús  y madre nuestra!

Sonia   Guardia - Consagrada a la  Virgen, Olavarría.