El dólar soja y la ganadería
El análisis de Salvador Di Stefano para Hacienda Go.
El dólar soja a $200 activó la demanda de terneros en el mercado, esto lo llevó a cotizaciones muy elevadas, superiores a los $430 el kilo. Si a esto le sumamos el aumento en el precio de maíz con cotizaciones de $ 34.600 la tonelada para el disponible y para diciembre de 2022 en $ 47.800 la tonelada, llegaremos a la conclusión de que no es negocio el engorde a corral con precios de salida del gordo en torno de los $ 330 el kilo.
El mercado está muy sobreofertado producto de la gran sequía que hay en el territorio. El 96% de la hacienda está en la pradera y solo el 4% en corrales. Esto hace que el impacto del clima en el sector sea determinante.
Con la suba de precios estamos viendo una salida de los animales encerrados a corral y un acortamiento del período de engorde, volvemos a perder kilos en la faena y el escenario podría agravarse en los próximos meses.
El consumo sigue estando débil, los salarios no se han readecuado a una inflación que sigue creciendo y que se ubica en torno del 100% para los próximos 12 meses. Por lo tanto, no parece que el consumo sea la salida para el mercado de la carne. Por el lado de la exportación, las noticias de un recrudecimiento del Covid en China podrían generar una menor demanda de carne y esto impactaría en el mercado de las vacas.
Con datos del mercado de Cañuelas, para el mes de agosto vemos un aumento de la oferta de novillos del 29,9%, seguido por un incremento en la oferta de vacas del 7,5%, novillitos el 2,7% y una caída en la oferta de vaquillonas del 2,9%.
En los últimos 12 meses los precios de la vaquillona y novillitos aumentaron el 70%, por debajo de la inflación proyectada del 76%.
Los novillos subieron el 85,4% y las vacas el 105,9% en los últimos 12 meses, superando holgadamente la inflación proyectada del 76% anual.
Conclusiones
Vemos un escenario de aumento en el precio de los terneros, el que está vendiendo soja los busca como resguardo de valor a largo plazo, pero creemos que lo está pagando muy caro.
En tanto no aparezcan las lluvias que le permitan al productor ganadero retener animales en la pastura, veremos un mercado ofertado con precios en torno de $330 el kilo.
El precio del maíz está a la suba y podría continuar. No hay perfiles húmedos en la zona núcleo, con lo cual buena parte de la siembra de maíz de primera podría pasar a tardío, esto afectará al mercado del picado y le quitará oferta de granos en el primer semestre del 2023.
La ganadería está perdiendo rentabilidad en este contexto, la lluvia podría devolver utilidades, en un escenario en donde retornen las lluvias, baje la oferta y la demanda se mantenga constante.
Por Salvador Di Stefano para Hacienda Go
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