Sexto día: rezamos por las familias
Este sábado 3 de agosto, sexto día de la Novena a San Cayetano, festividad que se celebra el 7 de agosto, rezamos por las familias. Compartimos las oraciones del Centro Misionero Catequístico San Cayetano.
Saludo inicial
Señor, bendícenos y guíanos hacia Vos. San Cayetano, enséñanos gestos de justicia y misericordia. Hoy rezamos por las familias.
Pedimos perdón por nuestras faltas
Porque dudamos de la importancia de la familia…Señor Ten Piedad
Porque no valoramos la decisión de formar una familia…Cristo Ten Piedad
Porque desmerecemos la familia como lugar del Amor…Señor Ten Piedad
San Cayetano vivió en familia y después eligió vivir toda su vida en comunidad, quiso compartir su vida con otros. Nosotros también tenemos una familia o un grupo de amigos. No podemos pensar sólo en nosotros mismos, tenemos que convivir, cuidar a otros, crecer en el amor mutuo. Fuimos creados por Dios para compartir la vida con los demás, y hasta nuestras fibras más íntimas fueron hechas para el encuentro con ellos. Si nos aislamos, cómodos y resentidos, nos enfermamos y debilitamos por dentro. Cada acto de generosidad te vuelve más fuerte, cada acto de paciencia y de perdón te fortalece, cada vez que te acercas a alguien que te necesita, eso te prepara para recibir algún regalo de Dios. Por eso en esta novena pedimos también por nuestras familias. El Señor te ha llamado a acompañar a otras personas, a cuidarlas, a darles alegría, a ayudarles a enfrentar su vida. Quizás no puedas compartir algunas cosas con tu cónyuge, con tu padre o con un hijo, porque no coincide con todas tus ideas y con todos tus sueños. Pero es importante que busques siempre algún interés en común. Uno convive con alguien que es diferente, y no se casa con alguien que es igual. Por eso el matrimonio es un gran ejercicio de adaptación. No sólo hay que tratar de comprender a esa persona sino de compartir toda la vida con ella. Si el Señor te llamó al matrimonio también te pide un esfuerzo permanente para mantener la paz familiar.
Vivimos en un mundo cruel: cuidémonos, contengámonos y curémonos unos a otros. Si sentís que tu ser querido no te cuida lo suficiente, no debilites tu vocación de cuidarlo a él, de protegerlo, porque sos la persona más cercana que Dios ha puesto a su lado para contenerlo y ayudarlo. Si dedicas mucho tiempo a pensar en los errores del otro, es inevitable que tu amor se enferme y se debilite. Siempre encontrarás en él algún error. Entonces es mejor pedir la gracia del perdón profundo, que comprende, espera y te ayuda a mirar con los ojos de Cristo. También pedí la gracia de sanar el amor, porque lo herimos de muchas maneras. Que San Cayetano interceda por nuestras familias.
Oración
“Gracias Dios nuestro por nuestros seres queridos. Mira nuestras familias, para que en ellas haya unidad, entendimiento, diálogo. Por la intercesión de San Cayetano protégelas de todo mal. Ayúdanos a seguir el camino de la fraternidad y de la generosidad. Llénanos Señor con tu amor, para que aprendamos a amar a los demás a pesar de todo. Ilumínanos para que sepamos cómo ayudarlos. María, Madre del cielo, enséñanos a vivir en familia. Amén”.
Padrenuestro
Ave María
Gloria.
Oración a San Cayetano
Dios de todo consuelo, Padre misericordioso, que ves en lo secreto y conoces nuestras necesidades, que alimentas los pájaros del cielo y vistes los lirios del campo, te pedimos, por intercesión de San Cayetano, que nos des fuerzas para arrepentirnos de nuestros pecados de modo que, viviendo en amistad con Dios y con todos nuestros hermanos, no nos falte el pan y el trabajo de cada día. Amen
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