Municiplidad de san Carlos de Bolivar
logo
 | 

CELEBRACIÓN

Solemnidad de la Inmaculada Concepción

Cada 8 de diciembre, la Iglesia Católica celebra la solemnidad de la Inmaculada Concepción de María. Compartimos aquí una reseña que nos hace llegar Angélica Diez, Misionera de la Inmaculada Padre Kolbe.

“Ave María Purísima”, era el saludo habitual en el mundo hispano, en tiempos de la colonia y en los primeros tiempos de la Patria, la respuesta era “Sin pecado concebida”. La hispanidad se ha distinguido por su especial defensa del privilegio de la Inmaculada Concepción, bajo cuyo patronazgo se encontraba. Esta jaculatoria, “Ave María Purísima”, además de un saludo frecuente en nuestra convivencia cristiana, era usada por los criollos para pedir permiso al ingresar a algún lugar, lo cual muestra el arraigo de la fe cristiana, la cultura católica y la presencia de la devoción a la Santísima Virgen en el alma de nuestro pueblo.

Esta fiesta de la Inmaculada Concepción de María surgió en Oriente hacia los siglos VII y VIII, luego se extendió a Occidente. En 1854 el Papa Pío IX declaró solemnemente la Inmaculada Concepción de la Virgen, que celebramos cada 8 de diciembre. Esto significa “…. que fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original desde el primer instante de su concepción -por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente- en atención a los méritos de Cristo Jesús, Salvador del género humano. Una referencia inmediata está en el evangelio de San Lucas: “El ángel Gabriel, entrando en su presencia, dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo" (Lc. 1,28).Y ella responde prestamente: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según su palabra.” Con su "sí" María nos enseña que la gracia y la misericordia de Dios transforman este mundo.

En los albores de la creación, Dios anuncia la salvación. Es el primer anuncio de la Buena Nueva: el Hijo de Dios que compartirá nuestra condición humana. La primera mujer, Eva,  cuyo pecado se relata en el libro del Génesis, (Gen 3, 9-15. 20) le falló a Dios; pero otra mujer, María, la llena de gracia, sin pecado, según nos narra el evangelio (Lc, 1,28) acepta gustosamente el plan de Dios para salvar a la humanidad. Por ese Hijo, concebido de sus entrañas, nosotros también hemos recibido toda clase de bienes espirituales y celestiales, y el llamado a vivir en santidad. Claramente lo escribe san Pablo en la carta a los Efesios (Ef. 1, 3-6. 11-12) es, realmente, un canto de esperanza que manifiesta la predestinación de todos los hombres a ser hijos en el Hijo.

Vivamos esta Fiesta de la Inmaculada dentro de la celebración del Jubileo de la Esperanza con un corazón encendido en el Amor divino. ¡Alabemos a Dios que una vez más nos reúne en su Nombre!  Bendito el Padre: que, enviando su Verbo, lo ha hecho signo de esperanza y sacramento de redención para la humanidad. Bendito el Hijo: que, naciendo de la Virgen María, nos ha abierto la puerta de la esperanza a una vida nueva. Bendito el Espíritu Santo: que, manifestado en la Encarnación, nos ha hecho herederos por el Bautismo de la esperanza en la vida eterna. Bendito sea Dios que eligió a María desde el principio y la liberó del pecado, para que fuese signo de esperanza para la humanidad.

En el Año jubilar estamos llamados a ser signos tangibles de esperanza para tantos hermanos y hermanas que viven en condiciones de penuria, que la Inmaculada los sostenga en la confianza en que Dios acompaña siempre a la humanidad.

Angélica Diez, Misionera de la Inmaculada Padre Kolbe, Olavarría.

Articulos relacionados

Comentarios

 

logo

ACERCA DE BOLIVARHOY

Portal de noticias con Información, videos y fotos sobre los hechos y los protagonistas más relevantes del momento de la Ciudad de Bolivar y la región