Habló de tenis en su paso por Bolívar
Guillermo Vilas, uno de los ídolos más grandes del deporte argentino, dialogó con la prensa durante la presentación del VW Voyage en Baires Wagen. Su probable designación como capitán del equipo de Copa Davis y la reciente actuación del equipo argentino fueron temas centrales.
Guillermo Vilas, uno de los ídolos más grandes del deporte argentino, dialogó con la prensa durante la presentación del VW Voyage en Baires Wagen. Su probable designación como capitán del equipo de Copa Davis y la reciente actuación del equipo argentino fueron temas centrales.
Con conceptos simples, objetivos, concretos y con la autoridad que le dá su trayectoria reconocida en el mundo del tenis y su vida intachable, respondió a cada una de las preguntas que se le formularon. Una visión diametralmente opuesta a la de buena parte de la prensa nacional, que en cuanto a la final de la Copa Davis recientemente jugada por el equipo argentino buscó explicaciones extradeportivas en la derrota ante España, y que solo se pueden encontrar en cuestiones deportivas ocurridas en ese momento, en ese contexto, y en este deporte, donde los desempeños individuales son los que deben analizarse y no otras cuestiones que quedan al margen de un deporte que se basa precisamente en el juego individual.
Pero nadie mejor que Vilas para hablar de estos temas, por lo que reproducimos los conceptos transmitidos por el.
Comenzó respondiendo inquietudes a los chicos de la escuela de tenis de Gastón Alvarez.
Yo empecé a jugar a los seis años. Salí campeón en mi club. Después mi padre me llevó a Buenos Aires a jugar algunos torneos, y como cada vez ganaba más, cuando tenía 18 años me llevaron a Miami a jugar el Orange Bowl, y gané ese torneo también. Luego me llevaron a jugar a Wimbledon, en Juniors, donde perdí en cuartos de final dos veces, pero gané el torneo de Miami que es el más importante para esa edad. Luego jugué tres torneos, y llegué a Roland Garros, donde perdí en cuartos, y luego seguí jugando.[img2]
Creo que hay que jugar, hay que salir campeón en su ciudad, después en las ciudades de la zona (dijo que Olavarría tiene muy buen tenis, atiene una tradición de buenos jugadores).
A mí me gustaba mucho el tenis. Jugaba al tenis todo el día. Mi padre me dejaba en el club a las 8 de la mañana cuando iba a trabajar, y me pasaba a buscar a las 8 de la noche. Mi club se llamaba Club Náutico de Mar del Plata, tenía para navegar y para jugar el tenis.
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