CANTABOLIVAR 2009 - 22/02/09

Una verdadera fiesta popular

Finalizado Cantabolívar 2009, es tiempo de evaluar si los objetivos planteados fueron cumplidos. Un parámetro real es la aceptación de la gente, el verdadero destinatario de las fiestas populares. La concurrencia multitudinaria habla por sí sola, facilitando las respuestas. Nuestro análisis.

Finalizado Cantabolívar 2009, es tiempo de evaluar si los objetivos planteados fueron cumplidos. Un parámetro real es la aceptación de la gente, el verdadero destinatario de las fiestas populares. La concurrencia multitudinaria habla por sí sola, facilitando las respuestas. Nuestro análisis.

Mucho se habla desde los más diversos sectores de la opinión pública antes, durante y después de nuestra máxima fiesta popular. Todas las opiniones son válidas por cierto, en la medida en que no respondan a intereses propios, diferentes a aquellos para los que se realiza el evento.

Cantabolívar 2009, fue la edición Nº 21 de este tipo de fiestas, que con diferentes nombres y en diferentes lugares se ha realizado a través de los años. Y como toda fiesta popular, el destinatario es el pueblo, la gente, el ciudadano de Bolívar en este caso, aunque también vengan (y son muy bien recibidos) gente de otros lugares de la región.

La continuidad del evento a través de los años es un primer indicador de su aceptación, y junto con ella la concurrencia masiva de público. En este último sentido, el 2009 no fue el año de la excepción. En la tres noches, el predio del Parque Las Acollaradas reunió a verdaderas multitudes. La primer noche, la del viernes, como es habitual con menos concurrencia que en las restantes, pero siempre hablando de miles de personas reunidas en torno a la fiesta. Y en cuanto a sábado y domingo, sobran las palabras para describir la dimensión.

Como primer conclusión, podemos decir entonces que si el destinatario es el público, y este la acepta, la vive a pleno, la disfruta, el objetivo está cumplido.

Luego entran a jugar en el análisis otras cuestiones, como el lugar, el programa, la forma de financiarla, etc., etc. Y aquí también tenemos algunas opiniones.

En cuanto al lugar, nos sale con toda la fuerza el “ser bolivarense” que llevamos bien adentro. Y con esta cuota de subjetividad que puede tener la opinión, creemos que pocas ciudades disponen de un predio y una infraestructura como la que Bolívar tiene para esta fiesta. El Parque Municipal Las Acollaradas es EL LUGAR. Su belleza, su amplios espacios, le dan un toque único, y sin dudas, miles y miles de personas pueden disfrutar con comodidad, de la variada oferta que tiene el festival.

En cuanto al programa, cada uno puede imaginar su propia grilla. Pero es inevitable recordar que el presupuesto económico es el que marca el rumbo. Los altísimos costos son un condicionante para armar la programación. Por ejemplo, “Los Auténticos Decadentes” habrían costado aproximadamente $ 65.000 por todo concepto, y no están entre los artistas más caros que se pueden contratar. Hay que agregar el costo del resto de los artistas, la jineteada con su animador, premios, seguros y viáticos, el armado de las instalaciones, las inversiones que año a año se realizan, el sonido e iluminación, gastos operativos, etc. etc. Con este marco, se trata año a año de armar una programación que se pueda realizar, y que satisfaga el gusto de la gran mayoría. Por lo tanto, se hace un mix, un combo, como quiera llamarle, con el objetivo que la gran mayoría de la gente pueda disfrutar de la fiesta.

Y acá también nos remitimos a algunos hechos objetivos. Miles de personas aplaudieron a y disfrutaron con Sandra Santos y La Trova, La Clave Santiagueña y Los Wawancó. O el domingo ovacionaron a Los Cantores del Alba y luego a Los Auténticos Decadentes. En el medio de todos ellos, la jineteada animada por el “Pampa” Cruz colmada permanentemente de público en el perímetro de la amplia pista. Y en la primer noche, eran casi las 4 de la mañana del sábado y la gente no se iba con el “Grupo Universitario” en el escenario mayor, o esa misma noche “La banda del Jose” y las chicas de la comparsa San Ca Bo bailando y cantando con el público. Las cantinas, el paseo de artesano, la kermés, el paseo comercial. De todo, variado, una mezcla para todos los gustos, y la gente siempre estuvo. Esta es la respuesta al interrogante del objetivo cumplido.

Y como lo expresáramos anteriormente, el tema económico es el común denominador de todo lo mencionado. Hay que financiar la fiesta. Diversión, paseo, compartir momentos en un evento de tu ciudad, todo lo que implica semejante fiesta popular, pero con recursos que deben salir de fuentes genuinas. Para decirlo de otra manera, si quiero festejar mi cumpleaños con amigos, no te pido que me pagues la fiesta. Y esto es un poco de eso. Es buscar cómo financiar de manera adecuadamete un festival que la inmensa mayoría quiere y espera, sin distraer recursos que tienen que tener otros destinos.

Y ahí aparecieron los $ 2 en las entradas, las plateas, el estacionamiento, las cantinas, que sumados a fondos (incluidos en el Presupuesto Municipal, y aprobados por el H.C.D.) que aporta la Municipalidad de Bolívar, permiten tener la fiesta que todos quieren.

En síntesis, nada del otro mundo lo que decimos. Pero tal vez una reflexión necesaria para no perder la objetividad en el análisis del porqué de las fiestas populares y el cumplimiento de los obj