SAN CAYETANO

Quinto día de Novena

Aquí las oraciones del quinto día de la Novena que nos acerca el Centro Catequístico San Cayetano para compartir en este contexto de aislamiento social. El tema de las oraciones de hoy será “Pobreza y misericordia: ¡ahí está Jesús”

“Pobreza y misericordia: ¡ahí está Jesús”

Saludo inicial: Señor, bendícenos y guíanos hacia Vos. San Cayetano, enséñanos gestos de justicia y misericordia.

Hoy rezamos por los más necesitados.

Pedido de perdón:

- Porque muchas veces damos a los pobres lo que nos sobra.

Señor ten piedad

- Porque ayudamos al pobre sin considerarlo nuestro hermano, amado por Dios.

Cristo ten piedad

- Porque nos cuesta asumir nuestras propias pobrezas.

Señor ten piedad

Reflexión: Dijo el Papa Francisco: “Nos acostumbramos a la violencia como algo infaltable en las noticias, nos acostumbramos al paisaje habitual de la pobreza y de la miseria caminando por las calles de nuestra ciudad”.

Nos acostumbramos también a escuchar números y estadísticas. A ver imágenes desoladoras de barrios enteros soportando y sufriendo todo tipo de marginación, angustiados por la supervivencia de las familias.

Nos acostumbramos a ver niños, jóvenes y ancianos viviendo en las calles, pidiendo limosna. Durmiendo sobre cartones. Buscando refugio. Y casi no los miramos. No los escuchamos. Pasamos de largo. ¿Será porque nos sentimos incómodos? ¿Será porque nos duele verlos? ¿Será porque no encontramos auténticas soluciones? Como hombres y mujeres de Fe sabemos que Jesús nos invita a todos a trabajar por una vida digna y justa. Miremos, escuchemos y hagamos como JESÚS. Era pobre y vivía entre los pobres. Atendía las necesidades y preocupaciones de los pobres y despreciados. Se acercaba y se relacionaba con ellos. Se conmovía profundamente ante las necesidades humanas y respondía con actos de misericordia. Y les daba el mensaje de salvación. Miremos, escuchemos y hagamos como SAN CAYETANO Siendo noble renunció a las riquezas. Con caridad visitaba diariamente a los pobres, los servía con amor y con ternura los abrazaba.

Leemos el Evangelio Mateo 14, 13-21

En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan, el Bautista, se marchó de allí en barca, a un sitio tranquilo y apartado. Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos. Al desembarcar, vio Jesús el gentío, le dio lástima y curó a los enfermos. Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle: «Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren de comer.»

Jesús les replicó: «No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer.»

Ellos le replicaron: «Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces.»

Les dijo: «Traédmelos.»

Mandó a la gente que se recostara en la hierba y, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos hasta quedar satisfechos y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.

Intenciones.

A cada oración respondemos “Por San Cayetano, te lo pedimos Señor”

-Por los que tienen hambre y frío para que encuentren en los hombres la mano generosa del Señor...Oremos

-Por nosotros, para que el señor nos proteja y nos de un corazón puro...Oremos

Oración

Señor, ayúdanos a comprender a nuestro prójimo que más sufre necesidades. Danos fuerzas para poder mirar como Vos mirás. Que podamos conmovernos con el sufrimiento del hermano que menos tiene.

Ayúdanos a no acostumbrarnos a ser indiferentes ante el dolor y la pobreza. Que, como San Cayetano, llevemos tu Palabra de amor y ayudemos con obras concretas a nuestros hermanos más heridos. Te lo pedimos a Vos que te conmoviste con las ovejas sin pastor. Amén

Padrenuestro

Ave María

Gloria.

Oración a San Cayetano

Dios de todo consuelo, Padre misericordioso, que ves en lo secreto y conoces nuestras necesidades, que alimentas los pájaros del cielo y vistes los lirios del campo, te pedimos, por intercesión de San Cayetano, que nos des fuerzas para arrepentirnos de nuestros pecados de modo que, viviendo en amistad con Dios y con todos nuestros hermanos, no nos falte el pan y el trabajo de cada día. Amen