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INNOVACIÓN

Ocho claves para la innovación en el mundo social

La innovación tecnológica, una herramienta de cambio para la acción social. Desde la Fundación Telefónica pusieron en marcha el ‘Social Innovation Corner’, un encuentro donde 20 entidades han debatido sobre la innovación como una palanca para mejorar la vida de las personas.

El documento surgido es el resultado del trabajo colaborativo de 20 organizaciones y emprendedores sociales en el Social lnnovation Comer de Telefónica que tuvo lugar el pasado 1 de julio durante el Día Internacional del Voluntariado de Telefónica.

Allí se dieron a conocer 6 innovaciones en diferentes ámbitos donde la tecnología es clave para la transformación del mundo social y la mejora de la calidad de vida de las personas más vulnerables.

A continuación, hemos agrupado las principales conclusiones que se compartieron durante el espacio de trabajo:

1-    La innovación social no debe ser sólo tecnológica. Es fundamental entender y conocer las oportunidades que genera el buen uso de las herramientas digitales, esto nos permitirá saber cuándo hacer un mejor uso de ellas. La tecnología es el gran medio a nuestra disposición, pero no debe convertirse en un fin en sí mismo y usualmente ere ar proyectos ad hoc para usar tecnologías que están de moda no suele funcionar. Para que los beneficios de la revolución tecnológica se den también en el mundo social, esta transición debe ir alineada al propósito de la organización y adaptarse a la cultura del equipo para que sea sostenible y tenga un impacto real. La tecnología ocupa un lugar importante en este ámbito pero no debe ser un factor limitante, pues en muchas ocasiones no será la solución a los retos y problemas que se planteen en el día a día.

 

2-    Desarrollar colaboraciones estratégicas entre agentes del sector. Poder establecer relaciones duraderas y de calidad entre organizaciones que persiguen un objetivo común, compartir buenas prácticas, diseñar procesos juntos, reflejar aprendizajes y entender el papel que ocupa cada agente y su impacto en el escenario es imprescindible para avanzar en la industria del Tercer Sector. Innovar no siempre significa ser el primero, los retos que ocupan estas organizaciones están, en su mayoría, alejados de tener una fecha límite o de caducidad: por lo que trabajar con una visión a largo plazo y con un capital relacional que nos ayude a ampliar nuestro espectro es la mejor manera de buscar soluciones a retos cambiantes que transciendan nuestro ámbito más cercano.

 

3-    Priorizar una mayor inversión en recursos. Tanto a nivel financiero como humano, es una palanca que acelera la innovación en cualquier organización: el hecho de priorizar la dedicación de recursos para crear nuevas formas de hacer las cosas y poder contar con talento al servicio de este objetivo es clave para conseguir resultados en el corto y medio plazo. Por ejemplo, una de las consecuencias principales de trabajar en red es poder contar con una mayor fuente de recursos financieros, técnicos y humanos que se pueden compartir y escalar para generar este espacio de cambio.

 

4-    Formación para construir equipos multidisciplinares. El constante cambio y la velocidad en la que vivimos como sociedad obliga a una adaptación y a una necesaria actualización en las habilidades y competencias de las personas. En el Tercer Sector la necesidad de contar con profesionales formados y actualizados es aún mayor dado el entorno de complejidad donde se desempeña su actividad: la vulnerabilidad de las personas con las que se trabaja y la naturaleza de las situaciones en las que se desenvuelve esta actividad suponen que el impacto en el bienestar básico de un colectivo específico sea capital. La involucración de la tecnología, la dificultad para retener nuevo talento y el surgimiento de nuevas iniciativas y tendencias hacen que invertir en la formación interna sea una clave absoluta para el desarrollo futuro de la propia entidad.

 

5-    Optimizar procesos y prototipar soluciones. Es necesario diseñar procesos nuevos y ágiles para facilitar el contacto directo entre la entidad y el colectivo y que esto permita acelerar la toma de decisiones para crear prototipos dinámicos de servicios y/o productos que puedan probarse en el mercado para identificar puntos fuertes y débiles y testarlos para mejorarlos cuanto antes. Quizás en el Tercer Sector hay un "extra" de precaución y tradicionalmente se ha visto más como una consecuencia de su actividad que como un fin en sí mismo, con el riesgo que conlleva que hacer las cosas igual que siempre en una sociedad cambiante y con el colectivo que se adapta pueda llegar a hacer desaparecer a las propias organizaciones. Es clave que en estos procesos haya herramientas para la gestión de la propia innovación y saber cuándo hay que detener o seguir apostando por una idea.

 

6-    Medición de datos. Si las organizaciones sociales no conocen a la perfección los resultados de su trabajo y qué métricas deben tener en cuenta para identificar el éxito o fracaso de sus acciones, conocer mejor cómo impacta en sus beneficiarios cada cambio introducido o los hábitos que impulsan el tránsito hacia mejores rendimientos, la consecuencia es definitiva: serán organizaciones que no podrán evolucionar en el tiempo de una manera sostenible y responsable. Por lo que su impacto será cada vez menor. Invertir recursos económicos y humanos en diseñar sistemas de medición es fundamental, tanto para identificar patrones de vulnerabilidad y trabajar la prevención como para dar seguimiento posterior una vez la persona ha salido del ciclo de la vulnerabilidad. El uso de los datos al servicio de lo social nos ayudará también a decidir en qué ámbitos hay margen para la innovación.

 

7-    Favorecer la organización de espacios y creación de proyectos entre agentes del ecosistema. El mundo social debe favorecer la interrelación entre todos agentes que tienen algo que decir en relación con su actividad: administraciones públicas, empresas privadas, foros civiles, medios de comunicación, sociedad en general. La creación de espacios de encuentro, incluso fuera de nuestras fronteras, que favorezcan intercambio de ideas o generación de proyectos comunes se hace clave para avanzar en conocimiento y para dejar un legado sostenible en los diferentes ámbitos de vulnerabilidad, y permite además una forma de pensamiento disruptivo que en ocasiones tiene como consecuencia el descubrimiento de soluciones que mejoran los resultados actuales.

 

8-    Reducir la brecha digital y favorecer la accesibilidad de los colectivos más vulnerables. En muchos casos la innovación se debe dar también en la forma de hacer llegar a los colectivos vulnerables la capacitación apropiada y los recursos necesarios que ayuden a reducir una brecha digital que les aleja de las oportunidades que ofrece la tecnología y que contribuye de alguna manera a una exclusión social mayor. También en las formas de intervención directa, que contribuyen innegablemente a dar valor e importancia a la participación social plena también en el uso de las herramientas digitales y que tiene como una de las consecuencias la reducción de la desigualdad.

Fundación Telefónica

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