Darse en primavera
En el inicio de la primavera, compartimos una reflexión que nos hace llagar Angélica Diez, Misionera de la Inmaculada Padre Kolbe
¿Cómo describir a la primavera? El origen etimológico del término - primavera -se refiere al “primer verdor”, en referencia a que, en la época primaveral, las plantas reverdecen, “se dan en flor y en frutos”. Cada uno tendrá definiciones personales y, coincidiremos unánimemente que es una de las cuatro estaciones que tiene un año. Habrá quién la defina desde un punto de vista astronómico, que las estaciones se deben al movimiento de inclinación del eje terrestre, que ocasiona un reparto desigual de la luz solar entre ambos hemisferios, invirtiéndose cada seis meses…
Si pensamos poéticamente nos viene a la memoria la frase que fue atribuida a Pablo Neruda: "Podrán cortar todas las flores, pero no detendrán la primavera". Si pensamos en el arte pictórico está la célebre “Primavera” de Sandro Botticelli ; si pensamos musicalmente “La Primavera” de Vivaldi…
Otros la observarán desde un punto de vista de las ciencias naturales. La estación donde la naturaleza despierta del letargo invernal, los días comienzan a iluminarse, las plantas dan flores, los animales recuperan su fuerza creadora, los árboles vuelven a llenarse de hojas verdes, el sol calienta con más fuerza… ¡Todo empieza a tomar un color más cálido y vital despertando energías positivas! La celebración de la llegada de esta estación es una de las fiestas más antiguas de la humanidad. Desde la antigüedad, se asocia la primavera a la juventud y la vida.
Desde el punto de vista médico se comprueba que los rayos del sol influyen en nuestras emociones: la cutánea y la ocular. Por un lado adquirimos altos niveles de vitamina D, las temperaturas cálidas o intermedias mejoran el estado de ánimo y , de esta manera no queda solamente en una estación natural, sino que va más allá del espacio físico y natural que nos circunda y se convierte en una opción y posición ante la vida . ¡Qué bueno será actualizar el impulso “saludable” de “darnos en primavera”!
Darse en primavera es dejar del tiempo del otoño y del invierno, lo que quizás se nos había adherido : la sequedad de la negatividad; el follaje tupido de la indiferencia ante necesidades concretas... Dar y darse en primavera es posible, basta - entre tantas cosas - con optar por: “ser generosos en dar consejos, sonreír. Siempre dar y dar porque recibimos una invitación: "Den y se les dará". Y se les dará una medida buena, llena y desbordante, porque el Señor es generoso, cuando nosotros damos uno, Él nos dá cien de todo lo que damos. Y esta es la actitud que brinda el no juzgar, el no condenar y el perdonar. Darse en primavera es también tener tiempo para visitar a un enfermo…”. (Papa Francisco).
Angélica Diez, Misionera de la Inmaculada Padre Kolbe, Olavarría.
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