Vivir con un propósito
Compartimos esta narración breve y simbólica, que nos deja una enseñanza moral. Buen fin de semana!

Esta es la verdadera alegría de la vida: ser parte de un propósito que uno mismo reconoce como valioso. Ser una fuerza de la naturaleza en vez de un pequeño simplón febril y egoísta, lleno de quejas, reproches y dolores, protestando porque el mundo no se dedica a hacerte feliz.
Yo creo que mi vida le pertenece a toda la comunidad y, mientras viva, tengo el privilegio de hacer por ella todo lo que pueda. Quiero llegar al final habiéndome entregado por completo, porque cuanto más trabajo, más vivo.
Disfruto de la vida por sí misma. La vida no es para mí una vela que se apaga rápido, sino una antorcha brillante que sostengo por un tiempo y quiero que arda con la mayor intensidad posible antes de pasarla a las próximas generaciones.
George Bernard Shaw
Colaboración de Q-Management
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