Acto de imposición de nombre a la biblioteca
Se impuso el nombre de Adolfo Pérez Zelaschi a la biblioteca del Instituto Superior de Formación Docente y Técnica Nº 27. El acto tuvo lugar en forma coincidente con el Día Nacional del Libro
A las 19 hs. del pasado miércoles, tuvo lugar en el Instituto Superior de Formación Docente y Técnica nº27 un acto a través del cual se impuso el nombre de “Adolfo Pérez Zelaschi” a la Biblioteca de la mencionada institución.
Al iniciar el mismo, se dio lectura a las notas recibidas desde Jefatura Regional y Distrital, y tras ello, la alumna Andrea Volpe hizo uso de la palabra para explicar a los presentes como fue que surgió el proyecto por el que finalmente se eligió el nombre que desde el día 15 lleva la biblioteca.
Volpe contó que hace unos años se promulgó la resolución provincial 4726 que reglamentaba la imposición de nombres a las bibliotecas escolares que no lo tuviesen. Fue por ello que los alumnos de la tecnicatura en Bibliotecología que se dicta en el Instituto decidieron llevar a cabo la propuesta, ya que la biblioteca del ISFDyT nº 27 no tenía nombre que la identificara.
Para cumplir con el acto eleccionario se propusieron cuatro nombres, que tenían que tener correspondencia con el ámbito en el que estaba instalada la biblioteca, sea éste un académico, pedagogo, o referente de la cultura local. Fue así que los alumnos propusieron cuatro referentes que fueron puestos a consideración dentro de la institución educativa, para lo cual se publicaron y difundieron fotos e información respecto de la trayectoria de las personalidades seleccionadas.
Una vez realizada la difusión, Andrea Volpe contó que se invitó a todos los integrantes de la comunidad a que emitan su voto. El día 23 de mayo se realizó el escrutinio, del que resultó ganador el bolivarense Adolfo Pérez Zelaschi.
Tras las palabras de Volpe alumnos dieron lectura a una síntesis biográfica de los nombres que habían sido seleccionados junto al de Pérez Zelaschi, a saber: Jorge Luis Borges, profesor Adolfo Cancio, y Paulo Freire.
Acto seguido hizo uso de la palabra la bibliotecaria de la institución, profesora Ángela Godoy, quien se dirigió a los presentes haciendo referencia a la ocasión: “Hoy 15 de junio, día nacional del libro, quedará grabada esta fecha en el historial institucional de nuestro querido instituto, como el día en que esta biblioteca comienza a tener un nombre” dijo Godoy, quien continuo haciendo referencia a la importancia de tener un nombre, ya que esto es un derecho y tiene que ver con la adquisición de la propia identidad, en este caso como parte indisoluble de la cultura institucional.
Agregó además que la identidad moldea a las personas, instituciones, características, rasgos, prioridades, acciones y comportamientos, y permite así adquirir un sentimiento de pertenencia.
Destacó también, al finalizar su discurso, que el nombre elegido democráticamente fomenta el arraigo simbólico y consolida el sentido de pertenencia, reconociendo al escritor Zelaschi como alguien merecido de honrar con su nombre la biblioteca, que como dijo Godoy, extiende sus brazos y agradece a todos la búsqueda y el encuentro.
Participó del acto también el escritor y periodista José “Chino” Castro, que dio lectura junto a la alumna Gisela Holgado al poema “Por el instante”, que forma parte de una antología del fallecido escritor local Pérez Zelaschi.
Casi al final de la celebración, la Regente del ISFDyT profesora Graciela Scarillo hizo uso de la palabra, agradeciendo a los presentes por encontrarse allí y en especial a todos los que trabajaron para que finalmente la biblioteca lleve el nombre de Adolfo Pérez Zelaschi.
“No es un día casual, ya que los libros representan pilares fundamentales de la libertad” dijo la regente, que hizo mención también a la importancia de contar con una biblioteca, y se mostró orgullosa de poder destacar la figura de un referente local, en este caso de Zelaschi.
Para finalizar el acto, directivos de la institución descubrieron una placa recordatoria apostada en el ingreso de la biblioteca, y los integrantes del taller de susurradores en Bolívar, regalaron fragmentos a los presentes.
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