Una propuesta original para generar cuatro millones de empleos
La Mejor Política Social es Crear Empleo”. Con esa consigna, Marcos Hilding Ohlsson, Manuel Solanet y Agustín Etchebarne, convocados por la Fundación Libertad y Progreso presentaron un proyecto para generar cuatro millones de empleos privados formales y productivos en la Argentina. Mirá la síntesis y el video.
El trabajo fue presentado tras analizar la situación social de la Argentina. Con los datos del Observatorio de la Deuda Social (UCA), se observó que la línea de pobreza no detiene su espiral ascendente: en 2015 rondaba en un 23.7% y un 34.5% pero en 2016 ese porcentaje llegó al 32,2% con una inflación del 40% interanual a finales del 2016.
El problema -advierten los especialistas en el informe dado a conocer por la fundación Libertad y Progreso- es que “hay menos personas trabajando en el sector privado formal que quienes reciben una mensualidad del Estado”.
Esto sucede, explica el informe, porque “en los últimos años, en lugar de generarse empleo genuino, se han aumentado fuertemente, tanto el empleo público como la cantidad de personas que reciben transferencias desde el Estado. Parte de esto, tiene que ver con el sistema asistencial, donde una maraña de planes sociales no sólo ha fracasado en reducir la pobreza, sino que durante estos años ha generado lo que puede denominarse “la trampa de la dependencia económica”.
¿Cuál es la propuesta, entonces, para generar empleo privado -y reducir asi la red de planes sociales-?.
“El gobierno debe conseguirlo incentivar el empleo productivo, pero cuidando a las personas realmente necesitadas y evitando grandes conflictos sociales”.
LAS CONCLUSIONES DE DICHO TRABAJO, A CONTINUACIÓN:
La Argentina enfrenta el gran desafío de lograr solvencia fiscal y competitividad. Ambas cualidades han empeorado sensiblemente. La evidencia es que por cada persona que trabaja en el sector privado formal y paga sus impuestos hay más de dos personas que mensualmente reciben una transferencia del estado (un jubilado o pensionado, más una que recibe un plan social y más de medio empleado público). También hay entre 5 o 6 millones de trabajadores en el mercado informal. Para revertir esa relación, que inevitablemente lleva a la insolvencia, hay que crear varios millones de nuevos empleos formales privados. Sólo aumentando sensiblemente la inversión y reformando las normas laborales se puede revertir ese desbalance y al mismo tiempo baje el desempleo y aumente la competitividad. El marco general para que ello ocurra debe sustentarse en la seguridad jurídica, el equilibrio fiscal con reducción sensible del gasto público y una menor presión impositiva, la erradicación de la inflación y la recuperación de la moneda y el crédito. La educación para prepararse para el cambio tecnológico y el mundo digital, es otra de las condiciones En este proceso deberían ganar todos: los trabajadores y los desempleados; el estado; y las empresas. La racionalización de la administración pública debe corresponderse con una fuerte demanda de empleo en el sector privado.
Siendo así sería posible reducir gradualmente algunos planes sociales y a su vez que las empresas y personas paguen menos impuestos. Se habría conformado un círculo virtuoso. En este documento planteamos una meta mínima de crear 4 millones de empleos privados formales en un lapso de 4 años. Dos millones de puestos de trabajo estarían destinados a absorber desocupados y trabajadores informales. Un millón permitirían absorber una cantidad equivalente de empleados públicos y otro millón para transformar planes sociales en trabajo productivo. La mejor política social es crear empleo Es fundamental realizar estas reformas para lograr que la Argentina retome la senda del desarrollo. Que vuelva a ser el país que atrajo millones de extranjeros del mundo entero debido a las posibilidades que daba a los que se esforzaban y trabajaban. La recuperación de la cultura del trabajo debe superar su destrucción luego de décadas de populismo y asistencialismo. La grandeza del país, se hizo trabajando. Hoy es necesario volver a hacerlo desatando la fuerza creadora de todos sus recursos, respetando la propiedad, reduciendo las trabas y regulaciones burocráticas que impiden producir. Son las ideas y los principios de la Constitución Nacional de 1853, Se está viviendo una época de grandes cambios a nivel mundial con avances tecnológicos y nuevas amenazas y oportunidades. Es imposible saber cuáles serán los trabajos que se ofrecerán en 5 o 10 años, lo que sí se puede es crear las condiciones para que las personas y las empresas se adapten rápidamente a esos cambios. La pregunta es si la Argentina lo hará o dejará pasar esa oportunidad. Más allá de las circunstancias políticas y la difícil coyuntura económica, la Argentina debe prepararse para el futuro. Debe encontrar el camino de la inversión y de la superación de las limitaciones ideológicas a la creatividad y la innovación.
Marcos Hilding Ohlsson
Economista de Libertad y Progreso
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