Se viene el año electoral, apliquemos la lupa
Se aproxima el año electoral 2019 y es oportuno comenzar a aplicar la lupa sobre quienes nos van a pedir el voto para representarnos. Algunas breves reflexiones.
Algunos están hoy en funciones, y podemos observar qué hacen. Otros han estado, y allí podremos también poner una mirada. Y sobre aquellos que eventualmente irrumpan en la vida política (seguramente serán contados con los dedos de una mano), además de escucharlos podremos mirar cómo se ha desempeñado en otros ámbitos, para tener algunos indicios.
Pero sin ninguna duda, debemos ser exigentes… muy exigentes, si queremos ilusionarnos con un mejor porvenir.
Desde el punto de vista de lo local, será necesario identificar cuáles son las claves para entender la nueva agenda de las ciudades, y a partir de allí analizar a los candidatos. Cada uno tendrá su mirada sobre el particular, pero lo que no podremos hacer es analizar en función de “claves viejas”, de otra época. Gestionar una ciudad es mucho más que obras y servicios. Gestionar una ciudad es también construir un liderazgo que permita movilizar actores, generar nuevos espacios.
Debemos hacer un esfuerzo por entender el mundo actual, y proyectarnos en relación a las oportunidades y las amenazas que el mismo nos ofrece. “Uno puede ignorar la realidad, lo que uno no puede hacer es ignorar las consecuencias de haber ignorado la realidad”, y en esto debemos hacernos cargo.
El argentino que crea que todo lo tiene que hacer el Presidente y los gobernadores está muy equivocado. Dejemos de pensar que el “mesías” del ejecutivo es el que puede cambiar todo un sistema que está como está y empecemos a pensar que para aguantar los cambios hay que sobrellevar el momento y trabajar para que el esfuerzo dure el menor tiempo posible.
Y es en ese contexto que cada uno de nosotros, desde el lugar que ocupe, tiene mucho que hacer, pero quienes nos pidan el voto para representarnos, deberán trabajar incansablemente, al servicio de la sociedad, para crear espacios y movilizar actores a partir de un liderazgo real, en el que nos podamos sentir verdaderamente representados, y así entre todos construir un futuro mejor.
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